noviembre 20, 2024

La Convención sobre el Genocidio y Camboya: lecciones del pasado, prevención para el futuro

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La Convención sobre Genocidio, formalmente “ Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio ”, es un instrumento de derecho internacional que, por primera vez, codificó el crimen de genocidio. Significa firmemente el compromiso del mundo de “nunca más”: nunca más permitir crímenes como los cometidos durante la Segunda Guerra Mundial.

La Convención fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948 y desde entonces ha sido ratificada por 153 Estados. Fue el primer tratado de derechos humanos adoptado por la Asamblea General. 

Unirse a la Convención reconoce la responsabilidad de los Estados hacia sus propias poblaciones. El año pasado se cumplió el 75º aniversario de la adopción de la Convención, lo que brindó la oportunidad de reflexionar sobre su importante legado y los desafíos que aún quedan para la prevención de este delito.

El 14 de octubre de 1950, Camboya fue uno de los primeros países del Sudeste Asiático en comprometerse a “nunca más”, asumiendo la obligación de prevenir y castigar el crimen de genocidio. 

Han pasado setenta y cuatro años desde entonces, y durante ese tiempo –de 1975 a 1979– el pueblo de Camboya soportó uno de los regímenes más brutales del mundo, los Jemeres Rojos, y sus innumerables crímenes atroces. La horrible experiencia de Camboya demuestra la necesidad de estar alerta y actuar para prevenir el genocidio.

Por lo tanto, es vital que se creen oportunidades para que todos reflexionen sobre el legado vivo de la Convención sobre el Genocidio y renueven constantemente nuestro compromiso global para prevenir el genocidio, particularmente en medio de factores de riesgo crecientes en todo el mundo.  

Necesitamos preguntarnos: ¿estamos cumpliendo hoy con nuestro compromiso de “nunca más” o se necesitan más acciones para prevenir crímenes como los perpetrados contra el pueblo de Camboya?

Por lo tanto, nos complació recibir invitaciones para unirnos al Gobierno Real de Camboya y al Centro de Documentación de Camboya para participar en una conferencia de tres días en Phnom Penh para discutir la experiencia camboyana. Sólo a través del diálogo se alimenta el compromiso del mundo de “nunca más”.  

Esperamos tener la oportunidad durante la conferencia de escuchar a las víctimas y sobrevivientes e intercambiar puntos de vista con funcionarios gubernamentales y la sociedad civil de Camboya sobre este importante tema.  

Camboya tiene una experiencia única en el mecanismo de rendición de cuentas que se creó para abordar los crímenes de los Jemeres Rojos, las Salas Extraordinarias de la Corte de Camboya (ECCC). Reconocemos el trabajo incansable de y para las ECCC para implementar directamente las obligaciones de Camboya bajo la Convención sobre Genocidio. Las condenas del ex Jefe de Estado de Kampuchea Democrática, Khieu Sampan, y del “Hermano Número Dos”, Nuon Chea, por el crimen de genocidio se destacan entre un puñado de casos de rendición de cuentas por los crímenes más atroces.

Las ECCC también han emitido importantes veredictos sobre crímenes contra la humanidad y graves violaciones de los Convenios de Ginebra. La creación de las ECCC y su aplicación de la Convención sobre Genocidio constituye un logro importante no sólo para Camboya sino también para el mundo y muestra cómo se puede aplicar la Convención en la práctica. Saludamos estos esfuerzos, especialmente los de las víctimas y los sobrevivientes, cuyo testimonio y compromiso con la corte han sido cruciales para estos logros y para que Camboya avance.

Muchas de estas víctimas y supervivientes, así como las generaciones más jóvenes de Camboya, continúan la importante labor de educación y sensibilización sobre el pasado, para que podamos aprender de él. Siguen siendo esenciales y deben ser reconocidos y apoyados. Aprovecharemos esta visita para reunirnos y escuchar las experiencias de las ECCC, en particular las voces de las víctimas.  

Quizás la obligación más importante bajo la Convención sobre Genocidio sea la prevención . Y quizás más aún, fortaleciendo la prevención en tiempos de paz. Con la conclusión de los procedimientos judiciales ante las Salas Extraordinarias, la prevención es sin duda el cumplimiento más profundo de Camboya en relación con la Convención, y esto resuena no sólo a nivel nacional sino también internacional.  

Para permitir la prestación de servicios de prevención de manera decidida y significativa, se debe prestar atención enfocada y sostenida al intercambio de conocimientos, la educación y la difusión de información en todos los niveles y aspectos de la sociedad camboyana. Los llamamientos contemporáneos para que se establezca una institución estatal dedicada y permanente a trabajar en estas cuestiones y a seguir cumpliendo con el impresionante trabajo realizado por Camboya hasta la fecha son oportunos y pertinentes.  

La historia ha demostrado una y otra vez que el genocidio y los crímenes conexos (crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad) no ocurren al azar ni de forma aislada. Están precedidos por señales de alerta temprana. El establecimiento de herramientas jurídicas y políticas nacionales, así como estructuras que puedan identificar y abordar estas señales de alerta temprana, combinado con educación y difusión de información, son primeros pasos críticos hacia la prevención .

Camboya tiene una historia reciente convincente de establecimiento de la paz y desarrollo, transición del conflicto armado a través del mantenimiento de la paz de la ONU y la construcción nacional al crecimiento económico en el transcurso de cuatro décadas después de la caída del régimen de los Jemeres Rojos.  

Camboya se ha convertido en un país que aporta firmemente tropas a las operaciones de paz de la ONU; facilitó la justicia de transición a través de las Salas Extraordinarias; y mantuvo una sólida asociación con el sistema de las Naciones Unidas en Camboya en pos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).  

La experiencia de Camboya a través de las ECCC también presenta una oportunidad única para consolidar aún más la paz y el desarrollo en el país. Permite a Camboya compartir estas importantes lecciones en la región y más allá, incluso reuniendo a organismos locales y regionales dentro de una infraestructura dedicada a promover estos y otros temas relacionados.  

Nos hacemos eco de las aspiraciones pacíficas del pueblo de Camboya y alentamos a la sociedad civil del país a continuar su labor significativa. Por último, reiteramos el compromiso inquebrantable de las Naciones Unidas de apoyar a Camboya y apoyar su labor y deseo de mantener la paz y la prosperidad para todos los habitantes del país, firmes en el compromiso colectivo de “nunca más”. 

(Esta es una historia sin editar y generada automáticamente a partir de un servicio de noticias sindicado. Radio VIAL Es posible que el personal no haya cambiado ni editado el texto del contenido).