BEIRUT/HAIFA, Israel >> Hezbolá e Israel intercambiaron intensos disparos el domingo, cuando el grupo militante libanés lanzó cohetes hacia el norte del territorio israelí después de enfrentar algunos de los bombardeos más intensos en casi un año de conflicto.
El jefe adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, dijo a los dolientes en el funeral de uno de los comandantes del grupo asesinado la semana pasada en Beirut: “Hemos entrado en una nueva fase, cuyo título es la batalla abierta del ajuste de cuentas”.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que las operaciones continuarían hasta que fuera seguro que las personas evacuadas de su lado de la frontera regresaran, preparando también el escenario para un largo conflicto ya que Hezbolá, respaldado por Irán, ha prometido seguir luchando hasta un alto el fuego en la guerra paralela en Gaza.
El jefe del Estado Mayor de Israel, Herzi Halevi, dijo en una declaración televisada que el ejército estaba bien preparado para las próximas etapas de los combates, que se producirían en los próximos días, pero no dijo qué implicaría esto.
“Haremos todo lo que sea necesario para eliminar las amenazas contra Israel”, dijo Halevi en una declaración televisada.
El conflicto, que se ha intensificado drásticamente en la última semana, ha continuado desde que Hezbolá abrió un segundo frente contra Israel, afirmando que estaba actuando en apoyo de los palestinos que enfrentan una ofensiva israelí más al sur en Gaza.
El martes y el miércoles explotaron miles de buscapersonas y walkie-talkies utilizados por miembros de Hezbolá. El ataque fue atribuido en gran medida a Israel, que no ha confirmado ni negado su responsabilidad.
Al día siguiente, Israel lanzó su bombardeo más intenso hasta el momento sobre el Líbano.
El viernes, un ataque aéreo israelí contra un suburbio del sur de Beirut tuvo como objetivo a altos comandantes de Hezbolá en un ataque que mató a 45 personas, según el Ministerio de Salud libanés. Hezbolá dijo que entre los muertos había 16 miembros del grupo, entre ellos el líder Ibrahim Aqil y otro comandante, Ahmed Wahbi.
En otro intenso bombardeo el sábado, el ejército israelí dijo que alcanzó alrededor de 290 objetivos, incluidos miles de cañones lanzacohetes de Hezbolá.
“En los últimos días hemos asestado a Hezbolá una serie de golpes que nunca imaginó”, dijo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una declaración en video. “Si Hezbolá no ha entendido el mensaje, les prometo que lo entenderá”.
Suenan sirenas, escuelas cerradas
Hablando en el funeral de Aqil el domingo, Qassem de Hezbolá dijo que Israel estaba tratando de paralizar al grupo, pero que no lo lograría.
Qassem dijo que la escalada del conflicto por parte de Israel conduciría a un mayor desplazamiento de sus propios ciudadanos.
Israel ha cerrado escuelas, restringido las reuniones en el norte y ordenado a los hospitales que trasladen a los pacientes y al personal a zonas protegidas (muchas de ellas cuentan con instalaciones seguras o subterráneas diseñadas para resistir el lanzamiento de cohetes).
El domingo, las sirenas antiaéreas sonaron constantemente en Israel. Unos 150 cohetes, misiles de crucero y drones fueron disparados contra Israel durante la noche y el domingo, la mayoría de los cuales fueron interceptados por las defensas aéreas, según el ejército.
Varios edificios fueron alcanzados por los bombardeos, incluida una casa que resultó gravemente dañada cerca de la ciudad de Haifa. Los equipos de rescate atendieron a los heridos, pero no hubo informes de muertos. Se había ordenado a los residentes que permanecieran cerca de los refugios antiaéreos y las habitaciones seguras.
Hezbolá afirmó que atacó un cuartel y otra posición israelí con escuadrones de drones de ataque y también lanzó cohetes contra instalaciones militares-industriales en una “respuesta inicial” a los ataques con dispositivos de la semana pasada.
Un funcionario de la Resistencia Islámica en Irak, un grupo de facciones armadas respaldadas por Irán, dijo que lanzaron ataques con misiles de crucero y drones explosivos contra Israel al amanecer del domingo como parte de “una nueva fase en nuestro frente de apoyo” con el Líbano.
“La escalada en el Líbano significa una escalada desde Irak”, afirmó el funcionario.
‘CATASTRÓFE INMINENTE’
La coordinadora especial de la ONU en el Líbano, Jeanine Hennis-Plasscharet, dijo en una publicación en X que “con la región al borde de una catástrofe inminente, no se puede exagerar: NO hay ninguna solución militar que haga que ambas partes estén más seguras”.
El principal clérigo cristiano del Líbano, Bechara Boutros al-Rai, dijo en su sermón del domingo que el Líbano estaba “profundamente entristecido” por las bajas entre los civiles y dentro de Hezbolá en los ataques de la semana pasada, en un raro mensaje de condolencias de un líder cristiano al grupo.
“Dirigimos un llamamiento al (Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas) para que ponga fin a esta guerra por todos los medios disponibles”, dijo Rai.
Decenas de miles de personas han abandonado sus hogares a ambos lados de la frontera entre Israel y el Líbano desde que Hezbolá comenzó a disparar cohetes contra Israel en octubre.
El conflicto de Gaza se desencadenó el 7 de octubre cuando Hamás atacó a Israel, matando a 1.200 personas y tomando unos 250 rehenes, según recuentos israelíes.
El posterior ataque de Israel a Gaza ha matado a más de 41.300 palestinos, según el Ministerio de Salud local, y ha devastado el enclave.
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