El equipo masculino de baloncesto de Estados Unidos vence a Francia y se lleva el oro olímpico

PARÍS >> No hubo un “milagro en el Sena” en los Juegos Olímpicos de París hoy, ya que el equipo masculino de baloncesto de Estados Unidos hizo lo esperado al vencer 98-87 a Francia para obtener su quinta medalla de oro consecutiva.

Con la atención del deporte francés centrada en el Bercy Arena, los showmen estadounidenses destrozaron los corazones franceses liderados por Stephen Curry y un entusiasmado LeBron James, el “Rey” calzando zapatillas doradas brillantes para celebrar la ocasión.

El resultado fue el mismo que hace tres años en el juego por la medalla de oro olímpica de Tokio, pero para los franceses esta derrota fue un poco más profunda al producirse en casa y frente a una nación cautivada.

“Es su increíble talento el que acabó marcando la diferencia”, dijo el entrenador francés Vincent Collet. “Es una final contra los estadounidenses, en París, puedes decirlo todo lo que quieras, cada jugador tiene sus emociones, intentamos utilizarlas pero no fue posible aquí”.

Francia tendrá otra oportunidad de alcanzar la gloria en el baloncesto el domingo, pero el equipo femenino será aún más débil ante las poderosas estadounidenses, que no han perdido en los Juegos Olímpicos desde 1992 y buscan su octavo oro consecutivo.

Justo aguas abajo de la catedral de Notre Dame, a orillas del Sena, los fieles franceses, incluido el presidente Emmanuel Macron, se reunieron en Bercy como peregrinos a Lourdes creyendo que todo es posible y así parecía hasta los momentos finales de una final apasionante.

Como era de esperar de un partido por la medalla de oro, hubo una habilidad asombrosa, emoción cruda, tensión y un toque de maldad para darle sabor.

James inició el espectáculo con una volcada espectacular para dar inicio a un partido vertiginoso que los estadounidenses controlaron con un esfuerzo minucioso y construyeron una ventaja de 14 puntos en el tercer cuarto.

Pero Estados Unidos necesitaría casi toda esa ventaja para que Les Bleus, impulsados ​​por una multitud local que hacía vibrar las gradas, se abrieran camino de regreso y redujeran el déficit a 82-79 con tres minutos para jugar.

Luego, con la multitud de pie y Francia lista para hacer lo impensable, Curry, como lo hizo en una emocionante victoria en semifinales sobre Serbia, llegó al rescate de los EE. UU.

Con el Dream Team tambaleándose, el capitán estadounidense anotó tres triples de larga distancia en los últimos dos minutos para aliviar la presión.

Curry terminaría con 24 puntos, incluidos ocho triples, mientras que un desafiante y ceñudo James tuvo 14 puntos, 10 asistencias y seis rebotes.