septiembre 20, 2024

Delfines vuelven a morir en lago amazónico que se volvió poco profundo por sequía

REUTERS/LEONARDO BENASSATTO

La investigadora Miriam Marmontel, del Instituto de Desarrollo Sostenible Mamiraua, inspecciona un delfín bebé muerto en el lago Tefe durante la peor sequía registrada que ha reducido el nivel de agua de los ríos y lagos de la cuenca del Amazonas a mínimos históricos, en Tefe, estado de Amazonas, Brasil, el miércoles.

TEFE, Brasil >> El cadáver de un delfín bebé yacía en el banco de arena que quedó expuesto por el retroceso de las aguas en un lago amazónico que se ha estado secando durante la peor sequía registrada.

Los investigadores recuperaron el animal muerto el miércoles y midieron las temperaturas del agua, que han ido aumentando a medida que baja el nivel del lago. En la sequía del año pasado, más de 200 de los delfines de agua dulce en peligro de extinción murieron en el lago Tefe debido a las temperaturas excesivas del agua.

“Hemos encontrado varios animales muertos. La semana pasada, encontramos uno por día en promedio”, dijo Miriam Marmontel, responsable del proyecto de delfines en el Instituto de Desarrollo Sostenible de Mamiraua.

“Aún no asociamos las muertes con cambios en la temperatura del agua, sino con la exacerbación de la proximidad entre las poblaciones humanas, principalmente pescadores, y los animales”, explicó.

Debido a que los ramales de los principales ríos de la cuenca del Amazonas se secaron debido a la grave sequía de este año, el lago conectado al río Solimoes se ha reducido, dejando menos espacio para los delfines en su hábitat favorito.

El canal principal del lago tiene 2 metros de profundidad y unos 100 metros de ancho y es utilizado por todo el tráfico marítimo, desde canoas hasta transbordadores pesados, dijo Marmontel. Dos delfines murieron recientemente cuando los barcos chocaron contra ellos en aguas poco profundas.

“Nadie pensó que esta sequía llegaría tan rápido ni imaginó que superaría la sequía del año pasado”, dijo el pescador Clodomar Lima.

Si bien las muertes de delfines no se acercan a las del año pasado, la temporada seca aún tiene más de un mes por delante y los niveles de agua seguirán bajando, dijo el investigador.

Y no son sólo las raras especies de delfines las que están sufriendo. Las comunidades ribereñas de toda la Amazonia están varadas por la falta de transporte en aguas demasiado poco profundas para los barcos, y sus casas flotantes ahora están en tierra firme.

Incluso las casas construidas sobre pilotes sobre el agua ahora se encuentran altas y secas a cierta distancia de la orilla del río.

Francisco Álvaro Santos, residente del lago Tefe, dijo que era la primera vez que su casa flotante estaba fuera del agua.

“El agua lo es todo para nosotros. Forma parte de nuestra vida diaria, es el medio de transporte de todos los que vivimos aquí. Sin agua no somos nadie”, afirmó Santos.


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