La propuesta de adquisición de Fission Uranium Corp. por parte de Paladin Energy Ltd. enfrentó nuevos retrasos cuando el gobierno federal de Canadá extendió su revisión de seguridad nacional del acuerdo, retrasando su cronograma de resolución hasta el 30 de diciembre. Este es el último revés para la adquisición, que originalmente se esperaba que se cerrara en septiembre de 2023.
Paladin, con sede en Australia, anunció el martes que recibió una notificación del Ministerio de Innovación, Ciencia e Industria de Canadá anunciando una extensión de su revisión bajo la Ley de Inversiones de Canadá (ICA). Este proceso de revisión, que comenzó en junio, es necesario para las inversiones extranjeras en Canadá que puedan tener implicaciones para la seguridad nacional. Paladin advirtió que no había garantía de que el acuerdo se llevara a cabo, y señaló que no obtener la aprobación de ICA podría obstaculizar la finalización de la adquisición.
La adquisición, valorada en 1.140 millones de dólares canadienses (817 millones de dólares estadounidenses), se estructuró a través de una oferta de acciones y posicionaría a Paladin como el tercer mayor productor de uranio cotizado a nivel mundial. Este acuerdo es parte de la estrategia de Paladin para capitalizar la creciente demanda global de uranio mediante el aumento de las inversiones en energía nuclear para cumplir los objetivos de descarbonización. Pero el acuerdo enfrentó varios obstáculos, incluidos retrasos en la aprobación de los accionistas y la oposición de la china CGN Mining Co., el mayor inversor de Fission.
El retraso también se produce en medio de un mayor escrutinio por parte del gobierno canadiense de la inversión extranjera en minerales críticos. Dado que el sector del uranio recibe especial atención por su papel en la transición energética, el gobierno canadiense ha intensificado su revisión de la adquisición extranjera de recursos internos. El uranio de fisión es un actor clave en la industria del uranio de Canadá, y las adquisiciones extranjeras que lo involucren probablemente atraigan especial atención por parte de los reguladores.
Además de los desafíos regulatorios, Paladin Energy enfrenta sus propios desafíos operativos. La compañía anunció anteriormente que su mina Langer Heinrich en Namibia reabriría en 2022 después de estar cerrada durante seis años. Sin embargo, en noviembre de 2023, Paladin redujo su guía de producción de uranio, citando problemas como las fluctuaciones en las leyes del mineral almacenado y la escasez de agua, que han impactado los esfuerzos de intensificación en el sitio. Como resultado, la compañía redujo su pronóstico de producción para 2023 a entre 3 millones y 3,5 millones de libras, frente a una estimación anterior de 4 millones a 4,5 millones de libras.
Los esfuerzos de Paladin para ampliar su cartera de uranio mediante la adquisición de Fission son fundamentales para su estrategia de crecimiento, pero el escrutinio regulatorio continuo y los desafíos operativos resaltan las complejidades involucradas en navegar el panorama cambiante del sector energético. Debido a la larga revisión, Paladin ahora enfrenta un futuro incierto en cuanto a si podrá completar con éxito la adquisición propuesta.
源::아시아 타임즈 코리아
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