El impacto de las redes sociales en las finanzas personales |

Casi ocho de cada diez millennials y miembros de la generación Z han recibido asesoramiento financiero de las redes sociales, como TikTok o Instagram. El 50 % afirma que puede atribuir directamente el dinero que ha ganado a los consejos financieros recopilados allí, según una encuesta reciente encargada por Forbes Advisor y realizada por la empresa de investigación de mercado Prolific.

Ese es probablemente un factor que contribuye a que la Asociación Bancaria Estadounidense haya descubierto que el 89 % de los bancos participan activamente en las plataformas sociales. Debt.com incluso patrocina los premios anuales FinTok, una votación pública para los mejores creadores de contenido financiero en TikTok.

Es difícil criticarlos cuando solo uno de cada tres adultos jóvenes recibe consejos financieros útiles de sus padres. De los 1000 adultos jóvenes (de 18 a 26 años) encuestados por The Zebra, el 39 % dijo que aprendió sus hábitos de gasto y el 38 % sus hábitos de ahorro de sus padres. En una nota positiva, el 29 % dice que aprendió de los errores de sus padres con el dinero.

Impacto negativo de las redes sociales

Lamentablemente, por cada historia de alguien a quien las redes sociales han ayudado con su dinero, tenemos muchas más pruebas que demuestran que le están causando problemas. ¿Todos esos sitios bancarios en las redes sociales? Todos y cada uno de ellos tienen artículos que datan de años atrás, que hablan sobre gastar demasiado, seguir el ritmo de los Jones, ahora más comúnmente conocido como FOMO (por sus siglas en inglés) y, por supuesto, perder dinero para ti y tu empleador por estar distraído.

Un estudio de Qualtrics para Credit Karma de Intuit indica que poco más del 40% de los millennials y la generación Z experimentan inseguridad sobre su situación financiera (es decir, dismorfia monetaria).

Courtney Alev, defensora financiera del consumidor en Credit Karma, comenta: “…La gente analiza sus finanzas y se compara con sus pares, con personas en las redes sociales e incluso con celebridades, lo que genera sentimientos de incompetencia. Esta distorsión entre la percepción y la realidad puede impedir que las personas tomen medidas para alcanzar sus objetivos financieros”.

La merecida reputación de las redes sociales de afectar negativamente la autoestima se puede equilibrar con aspectos positivos, como oportunidades laborales (incluso puestos que no existían hace unos años) y acceso a herramientas empresariales, ya sea que quieran iniciar su propio negocio o simplemente encontrar un trabajo secundario lucrativo.

En busca de una educación financiera funcional

Los influencers de finanzas personales o ‘finfluencers’ como se los llama ahora, se pueden encontrar en todas las plataformas sociales. Algunos de ellos tienen cientos de videos con consejos y trucos. Pero la cantidad no siempre es igual a la calidad. Distinguir entre consejos útiles y desinformación monetaria es crucial para evitar que los usuarios sean llevados por un camino prometedor al desastre.

Sí, las redes sociales pueden proporcionar un punto de partida accesible para quienes no cuentan con fuentes sólidas de educación financiera. Las posibles desventajas de depender únicamente de los creadores de contenido para la educación financiera conllevan otros problemas. Las microtendencias como el lujo discreto, la elaboración de presupuestos a viva voz y el acaparamiento de efectivo pueden funcionar a corto plazo, pero pueden generar lecciones dolorosas en el futuro, especialmente a la hora de pagar los impuestos.

A medida que el gasto se vuelve más personalizado, también lo son la inversión y el ahorro. Junto con los influencers que comparten cómo ganar y gastar dinero, está surgiendo un nuevo subconjunto de usuarios. Si bien antes sus finanzas y las de su familia se mantenían en secreto, ahora es popular que los usuarios promedio compartan cómo gastan, ahorran y elaboran su presupuesto. No como una forma de educar a los demás, sino simplemente porque es cada vez más la norma.

Y, honestamente, la desgracia de alguien puede ser una lección para que otros eviten cometer sus errores, ya sea que haya sido intencional o no.

Una cosa es segura: como la Generación Z depende cada vez más de las redes sociales para la educación financiera, las instituciones bancarias y los profesionales de las finanzas deben evolucionar.

Russell Davis, vicepresidente ejecutivo de participación de miembros de la Asociación de Banqueros Estadounidenses, afirma: “Las redes sociales son un canal de marketing esencial que permite a los bancos conectarse con los clientes al encontrarse con ellos donde se encuentran. Cuando se utilizan de manera eficaz, las redes sociales ayudan a los bancos a humanizar su marca y a construir relaciones, al tiempo que ofrecen un sólido retorno de la inversión”.

Ya nadie escucha lo que dice EF Hutton. Incluso los famosos gurús financieros que siguen en el ojo público, como Robert Kiyosaki, Warren Buffet, Suze Orman, Clark Howard y Dave Ramsey, están perdiendo popularidad a medida que los influencers financieros de TikTok atraen la atención por su accesibilidad.

Influencers de las redes sociales vs. profesionales financieros

Si bien puede encontrar información valiosa en las redes sociales, es importante trabajar también con un profesional financiero. Son profesionales capacitados, autorizados y regulados para asegurarse de que saben lo que hacen. Además, tienen una responsabilidad fiduciaria: deben actuar siempre en el mejor interés de sus clientes.

Los influencers de las redes sociales no están sujetos a los mismos requisitos.

Considere ambas perspectivas para lograr un enfoque equilibrado. Ignorar la información gratuita es tan absurdo como ignorar la experiencia profesional. Tomar decisiones informadas significa utilizar todos los recursos disponibles, las tendencias actuales y las tradiciones confiables.