septiembre 25, 2024

Sindicato dice que trabajadores en huelga de Boeing no están interesados ​​en última oferta de contrato

REUTERS

Un trabajador de una fábrica de Boeing levanta el puño en una línea de piquetes durante el tercer día de huelga cerca de la entrada a una planta de producción de Boeing en Renton, Washington, el 15 de septiembre.

El sindicato que representa a miles de trabajadores en huelga de la fábrica estadounidense de Boeing dijo hoy tarde que una encuesta mostró que los miembros estaban abrumadoramente en contra de la última propuesta salarial del fabricante de aviones, que describió como su “mejor y última”.

Más temprano ese mismo día, Boeing dijo que ampliaría el plazo para la votación de un nuevo contrato después de que el sindicato rechazara la fecha límite inicial del viernes de la compañía.

Más de 32.000 trabajadores de Boeing en el área de Seattle y Portland, Oregón, abandonaron sus puestos de trabajo el 13 de septiembre en la primera huelga del sindicato desde 2008, deteniendo la producción de modelos de aviones, incluido su modelo más vendido, el 737 MAX.

Casi el 95% rechazó la oferta de Boeing de un aumento salarial del 25% en cuatro años, lo que llevó a la huelga. Una propuesta mejorada anunciada por Boeing el lunes elevaría el aumento salarial al 30% y restablecería una bonificación por rendimiento, pero el sindicato dijo que una encuesta realizada a sus miembros concluyó que eso no era suficiente.

“Los resultados de la encuesta de ayer fueron abrumadoramente claros, casi tan fuertes como la primera oferta: los miembros no están interesados ​​en la última oferta de la compañía”, dijo hoy el Distrito 751 de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales.

El sindicato ha estado buscando un aumento salarial del 40% y la restauración de una pensión de beneficio definido que fue eliminada en el contrato hace una década.

Boeing, que no hizo comentarios de inmediato, presentó la última oferta el lunes sin negociarla previamente con el sindicato. El sindicato se negó a someterla a votación inmediata, diciendo que consultaría a sus miembros antes de tomar una decisión.

“Los escuchamos y nos dijeron alto y claro que esta propuesta no era suficiente para abordar las prioridades de nuestros miembros”, dijo hoy el sindicato. “Hemos dejado en claro que estamos listos para programar conversaciones mediadas o directas con Boeing como vía para encontrar una solución a esta huelga”.

Retrocediendo

Los expertos laborales dijeron que la oferta de Boeing de mover la fecha límite para la votación era el último caso de retroceso, que podría socavar la credibilidad del fabricante de aviones.

Antes de la huelga, la jefa de aviones comerciales de Boeing, Stephanie Pope, dijo a los trabajadores que su propuesta en ese momento era el mejor acuerdo que podrían conseguir, pero el lunes presentó una oferta mejorada, “la mejor y última”.

“No es bueno que Boeing diga que esta es nuestra oferta final y luego rápidamente dé marcha atrás”, dijo Harry Katz, profesor de negociación colectiva en la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell.

Los trabajadores en huelga perderán sus primeros cheques de pago el jueves.

Katz dijo que los trabajadores que están sintiendo el impacto de la pérdida de salarios deberían considerar la última oferta de Boeing, que calificó de sólida.

La huelga es el último acontecimiento de un año tumultuoso para Boeing que comenzó con un incidente en enero en el que un panel de la puerta de un nuevo avión 737 MAX se desprendió en el aire.

Durante la huelga, Boeing ha congelado las contrataciones y ha puesto en marcha suspensiones temporales de empleo para miles de empleados estadounidenses con el fin de reducir costes. Boeing ha previsto que los trabajadores no sindicalizados se tomen una semana de suspensión temporal de empleo cada cuatro semanas de forma continua durante la huelga.

Según la firma de análisis de datos económicos IMPLAN, si la huelga de Boeing continúa hasta el 27 de septiembre, reduciría el producto interno bruto de Estados Unidos en 1.000 millones de dólares y provocaría una pérdida de ingresos laborales de 500 millones de dólares.


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