Una mujer demandó a Sean “Diddy” Combs en un tribunal federal de Nueva York, alegando que él y su guardaespaldas la drogaron, la ataron y la violaron violentamente hace décadas y luego mostraron un video del ataque a otras personas.
La demanda fue presentada por la abogada Gloria Allred, una de las litigantes más conocidas del país en casos de abuso sexual, en nombre de Thalia Graves, la esposa de un ex socio comercial de Combs, quien dice haber sido atacada en 2001. La demanda se produce una semana después de que los fiscales federales en Nueva York hicieran pública una acusación contra Combs por cargos de tráfico sexual, crimen organizado y prostitución.
Con el magnate de 54 años bajo custodia federal desde su arresto el 16 de septiembre, la mujer se convierte en la undécima persona en acusar a Combs de agresión sexual en un litigio civil desde que su ex novia, Cassandra Ventura, lo demandó el año pasado.
El Times no suele nombrar a los acusadores en casos de agresión sexual a menos que estos se presenten públicamente, como lo han hecho Ventura y Graves.
Graves demandó a Combs, al jefe de seguridad del magnate Joseph Sherman, a Bad Boy Entertainment y a varias empresas del imperio Combs por agresión sexual y angustia emocional, alegando que Combs y Sherman “la violaron sin piedad” en 2001.
El equipo legal de Combs no pudo ser contactado de inmediato para hacer comentarios. En el pasado, él ha negado haber cometido alguna irregularidad.
Según la demanda, la mujer se hizo amiga de Combs en 1999 a través de su entonces novio, que trabajaba para él como ejecutivo en Bad Boy Entertainment. Ella asistía con frecuencia a las sesiones de grabación y en 2001, Combs le pidió reunirse con ella para “discutir los supuestos problemas de rendimiento de su novio”.
Unas horas más tarde, según la demanda, Combs llegó a la casa de su madre en Queens “con Sherman, que en ese momento era su guardaespaldas. Sherman conducía un todoterreno y Combs iba en el asiento trasero. Después de que la demandante entrara en el vehículo, Combs le ofreció una copa de vino, que ella aceptó”.
La demanda alega que le dieron una bebida “probablemente mezclada con una droga que finalmente le hizo perder brevemente el conocimiento”. Ella afirma que se despertó y se encontró “atada y sujeta”.
La demanda luego alega que Combs y Sherman “la agredieron sexualmente brutalmente” y que Joseph la estrelló contra una mesa y puso su pene en su boca y que ninguno de los dos hombres se dejó intimidar por sus gritos de ayuda.
No fue posible contactar a Sherman para obtener comentarios de inmediato.
Allred, en la demanda, alega que la mujer “tuvo pensamientos e ideación suicida y recibió un tratamiento psicológico extenso debido al ataque de los acusados”.
“Durante décadas, ella permaneció en silencio y no denunció el crimen por temor a que los acusados usaran su poder para arruinarle la vida, como habían amenazado repetidas y explícitamente con hacerlo. Hasta el día de hoy, la demandante sufre de depresión severa, ansiedad y ataques de pánico, y todavía vive con miedo de los acusados”.
La demanda dice que cualquier progreso en su recuperación fue “revertido dramáticamente el 27 de noviembre de 2023 o alrededor de esa fecha, cuando se enteró por primera vez de que Combs y Sherman habían grabado en video la horrible violación veintidós años antes y habían mostrado el video a varios hombres, buscando degradar y humillar públicamente tanto a la demandante como a su novio”.
“Estaba angustiada y sumida en una profunda depresión”, afirma la demanda. “Volvió a pensar en quitarse la vida”.
La demanda no explica cómo la mujer se enteró de la grabación. La mujer conoció a Combs cuando ella vivía en Queens.
Combs ha sido objeto de una amplia investigación federal desde al menos principios de año y fue arrestado en Nueva York la semana pasada.
Los fiscales hicieron pública su acusación contra Combs el 17 de septiembre. Él se declaró inocente y se le negó la libertad bajo fianza durante dos audiencias.
La acusación formal sostiene que Combs y sus asociados atrajeron a víctimas femeninas, a menudo bajo el pretexto de una relación romántica. Combs luego presuntamente utilizó la fuerza, amenazas de fuerza, coerción y drogas para obligarlas a participar en actos sexuales con prostitutos masculinos en lo que Combs denominó “freak offs”.
Los encuentros, que según los fiscales a veces duraban días, eran producciones elaboradas que Combs organizaba, dirigía, durante las cuales se masturbaba y a menudo grababa, según la acusación. Los fiscales alegan en un memorando de detención presentado ante el tribunal que las actuaciones sexuales ocurrieron regularmente desde al menos 2009 hasta este año y que las habitaciones de hotel donde se realizaban a menudo sufrieron daños importantes.
En una búsqueda en las casas de Combs en marzo se encontraron drogas, armas y más de 1.000 botellas de aceite para bebés y lubricante que su personal almacenaba en las habitaciones de hotel para los “extraños”, según la acusación.
Fue en un incidente ocurrido durante una de estas producciones en 2016 en Los Ángeles que, según los fiscales, en un video de seguridad se ve a la exnovia de Combs, Cassandra Ventura (identificada solo como Víctima Uno en la acusación) corriendo por un pasillo del Hotel InterContinental antes de que Combs la alcance, la golpee repetidamente y le arroje un jarrón.
Las autoridades federales han notificado a más de 50 testigos y emitido 300 órdenes de arresto desde el otoño pasado, cuando Ventura presentó una demanda por abuso sexual y tráfico contra el magnate y Combs llegó a un acuerdo con un pago significativo en 24 horas.
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