Los directores de correos de Maui, madre e hijo, se dedican a cumplir con su deber

Ser parte de una ohana extendida que sirve a la comunidad es una prioridad para una madre y un hijo que son administradores de correos en Maui.

Michelle Almeida, directora de correos de Kihei desde 2018, y su hijo Chris Harris, que ha dirigido la oficina de correos de Puunene desde 2022, tienen una devoción al deber que va más allá de sus profesiones. Ambos también se unieron a la Guardia Nacional del Ejército de Hawái, lo que incluyó períodos de servicio activo en Afganistán.

Harris dijo en una entrevista por correo electrónico: “Creo que ambos tenemos un profundo sentido del deber hacia el país y del servicio a nuestras comunidades locales… Hemos participado en la preparación para la respuesta a huracanes, erupciones volcánicas y ayuda en caso de inundaciones, y muchos otros proyectos aquí en Hawái a lo largo de los años”.

Ambos fueron instalados oficialmente como administradores de correos junto con otros seis en una ceremonia reciente en Maui que se había retrasado por el COVID-19 y otras prioridades operativas, dijo el portavoz del Servicio Postal de Estados Unidos, Duke Gonzales.

Almeida se incorporó por primera vez al Servicio Postal de Estados Unidos en Oahu en 1996 y se trasladó a Wailuku para trabajar en 2007. Se alistó en la Guardia Nacional del Ejército de Hawái en 2006 para ayudar a la gente en tiempos de desastre y emergencia, lo que la alejó de sus funciones postales durante períodos de unos 60 días. Almeida aprendió técnicas de construcción porque “me atraía poder ayudar a construir en comunidades” que incluían Tailandia, Indonesia, Filipinas, Afganistán y dondequiera que estuviera desplegada la guardia.

Harris se unió a la guardia en 2009 (prestó servicio durante 12 años) y al servicio postal en 2010. El día después de que debía comenzar como empleado postal en Makawao, recibió órdenes de despliegue para servir en Afganistán y sintió que debía renunciar para abrir el puesto postal para otra persona. Fue recontratado como cartero en Lahaina en 2015. Actualmente, tanto él como su madre están inactivos y dados de baja honorablemente de la guardia, dijo.

Harris quería seguir los pasos de su madre como trabajador postal y admiraba lo que ella había logrado con trabajo duro y perseverancia. “En la práctica, nos aseguramos de que las personas adecuadas estén en el lugar correcto en el momento correcto y haciendo las tareas correctas para que el correo siga moviéndose todo el día, todos los días, llueva o haga sol”, dijo.

Sin embargo, en última instancia, se sintió atraído por la carrera debido a “recuerdos de mi infancia de ayudar a clasificar latas en la colecta anual de alimentos de los carteros y los picnics de los empleados de correos en la playa local”.

Mientras su hijo crecía, Almeida dijo que siempre hablaba de su ohana postal, “la gente con la que trabajaba. Son muy dedicados y comprometidos… trabajan 12 horas al día y, sin embargo, siguen sintiendo ese orgullo por el vínculo que brindamos en nuestra comunidad. No creo que lo haya endulzado porque él sabe el tiempo y el esfuerzo que implica”.

Se unió al servicio postal porque “me gusta poder poner las cosas en su lugar” para asegurarme de que el trabajo se haga, poder conectar a las personas e interactuar con ellas, dijo Almeida.

“Siempre hablo de los ‘destellos’ todos los días, cuando ves que alguien recibe una tarjeta de cumpleaños o un paquete que pensaba que se había perdido y es el regalo de cumpleaños de su nieta… O hacer que algo suceda para alguien, incluso ayudar a alguien a arreglar su dirección para que sus paquetes no sigan siendo devueltos, para poder solucionar problemas y hacer esas conexiones para las personas”.

Sin este aloha y sentido de ohana entre los trabajadores de correos, sería difícil con las largas horas, los desafíos climáticos y el peligro de mordeduras de perros, que son un riesgo incluso con la ley de correa y patios cercados, dijo Almeida.

“No tienes que preocuparte por quedarte solo o por no poder hacer algo, porque para nosotros, hasta que todos regresen y el trabajo haya sido exitoso en cada ruta, nadie se va a casa hasta que el trabajo esté hecho. Hablamos de que es como una familia, todos tienen fortalezas y debilidades y cosas en las que son buenos, y poder ayudarnos unos a otros, comunicarnos y sacar provecho de eso”.

Almeida dijo que cuando su hijo decidió seguir una carrera, le aconsejó: “Simplemente, dedica el 110 % a tu tarea y permite que todos los que te rodean tengan éxito… Hay un objetivo operativo: entregar todo el correo, pero para mí es fundamental que también apoyemos a nuestro personal en la medida de lo posible. ¿Cómo dice el dicho? ‘La marea alta levanta todos los barcos’. Ser capaz de elevar y mejorar todo lo que te rodea”.

Danielle Boteilho, empleada de tercera generación del Servicio Postal de los Estados Unidos, también fue nombrada directora de correos de Makawao en la ceremonia, siguiendo los pasos de su abuela. Entre otros, estuvieron David Boydstun (oficina de correos de Lahaina), Jun Cariazo (Kula), Brandyann Moore (Kaunakakai) y Marlene Nagata (Paia).

Un comunicado de prensa indicó que el abuelo de Boteilho, Edward Boteilho, fue empleado postal durante 41 años, y se desempeñó como jefe de correos en Haiku durante ocho años y en Kahului durante diez. Su abuela, Anita Boteilho, empleada durante 28 años, fue jefe de correos en Paia durante nueve años y en Makawao durante cuatro. Su padre, Gregory Boteilho Sr., trabajó durante 41 años y se jubiló como supervisor en Kihei.

“Mi familia se puso muy contenta cuando se enteró de que me habían nombrado directora de correos de Makawao”, dijo Boteilho. “Me siento muy honrada de continuar con el legado de mi familia en el servicio postal. Me enorgullece el hecho de que estoy trabajando como directora de correos en la misma oficina que alguna vez estuvo a cargo de mi abuela. Eso es muy especial para mí”.