Un atleta palestino se considera la voz de su pueblo

PARÍS >> Hace nueve meses, Fadi Aldeeb no respondió a varias llamadas de su hermano. Al día siguiente, se enteró de que había muerto en un ataque israelí a su casa.

Aldeeb, el único atleta palestino en los Juegos Paralímpicos de París, abandonó la Franja de Gaza hace una década para seguir una carrera de baloncesto en silla de ruedas que lo llevó a Turquía y Grecia antes de Francia.

“El 6 de diciembre tuve un partido de la liga francesa y cuando terminé me di cuenta de que mi hermano me había llamado muchas veces… Intenté devolverle la llamada pero no había conexión”, dijo a Reuters Aldeeb, que participó en el lanzamiento de peso de los Juegos Paralímpicos.

“El 7 de diciembre por la noche recibí (la noticia) de que ‘bien, tu hermano fue asesinado en un ataque a nuestro edificio’”, dijo Aldeeb, añadiendo que a menudo se pregunta cuál fue el último mensaje de su hermano.

En París, Aldeeb siente la presión de ser lo que él dice es la voz de su pueblo en los Juegos Paralímpicos.

“Son demasiados sentimientos, demasiada responsabilidad, porque no hablo de mí, no juego para mí. Estoy aquí por 11 millones, por todos los que dicen que soy palestino, por todos los que hablan de humanidad y para hablar de la libertad de Palestina”, afirmó.

“Cuando izamos la bandera aquí en París, estamos demostrando que todavía estamos vivos, que todavía necesitamos nuestros derechos humanos, que todavía necesitamos nuestra libertad”, dijo.

El Comité Olímpico Palestino fue reconocido hace tres décadas por el Comité Olímpico Internacional. Gaza tiene una población de unos 2,3 millones de personas y millones de palestinos más viven en otros lugares.

APOYO DE OTROS ATLETAS

Aldeeb, de 40 años, dijo que quedó parapléjico después de que un soldado israelí le disparara en la espalda en 2001 durante la segunda Intifada, o levantamiento, contra la ocupación israelí.

Alza la voz cuando habla de la vida en Gaza, donde, según el Ministerio de Salud, más de 40.000 personas han muerto desde que Israel inició una ofensiva contra el grupo militante Hamás que lideró un ataque al sur de Israel el 7 de octubre del año pasado.

Según recuentos israelíes, alrededor de 1.200 personas murieron y unas 250 fueron tomadas como rehenes en el ataque.

Aldeeb, que volverá a jugar al baloncesto en silla de ruedas en el suburbio parisino de Genevilliers después de los Juegos Paralímpicos, ve al ejército israelí como una “máquina de matar”.

“No hay diferencia (para el ejército de Israel) entre atletas, discapacitados o no discapacitados, niños o mujeres, casas grandes o pequeñas, hospitales, hoteles, universidades o escuelas”, dijo.

Israel afirma que su ofensiva está dirigida contra Hamás, no contra civiles. Acusa a los combatientes de Hamás de utilizar edificios públicos, como hospitales, para esconderse, poniendo en peligro a los civiles, y dice que toma grandes precauciones para limitar los daños a los civiles.

Aldeeb dejó en claro que se sentía incómodo con la presencia de atletas israelíes en París, que celebró una ceremonia antes de los Juegos para rendir homenaje a los miembros del equipo olímpico israelí asesinados por hombres armados palestinos en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.

Pero agradeciendo el apoyo que recibió de otros competidores, dijo: “No me siento solo ni siento que esté solo, esta gente realmente, es asombrosa e increíble, me dan un sentimiento de humanidad”.

Un diputado de extrema izquierda dijo antes de los Juegos Olímpicos, que también se celebraron en París este verano, que la delegación de Israel no era bienvenida y llamó a protestar contra su participación. Francia dijo después de su declaración que los atletas israelíes tendrían protección las 24 horas.

La Carta Olímpica establece que los competidores en los Juegos Olímpicos deben gozar de libertad de expresión, pero que no se permite “propaganda política” en ninguna de las sedes, instalaciones o áreas olímpicas. Aldeeb habló fuera de la villa olímpica.