septiembre 25, 2024

Propuesta prohibiría que las aerolíneas cobren tarifas a los padres por sentarse junto a sus hijos

WASHINGTON >> El gobierno de Biden propuso hoy una norma que impediría a las aerolíneas cobrar extra a las familias con niños pequeños por sentarse cerca unos de otros, en un intento por acabar con las llamadas tarifas basura.

Esta es la tercera norma de la administración este año centrada en la protección de los pasajeros, y se suma a una que busca transparencia de precios y otra que exige reembolsos rápidos por vuelos cancelados.

“Esto es, por supuesto, parte del trabajo más amplio de la administración Biden-Harris para proteger los derechos de los consumidores, incluidos los pasajeros de las aerolíneas”, dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, en una llamada con periodistas. “Las familias no necesitan estrés ni costos adicionales cuando viajan, además de lo exigente que puede ser ser un padre que vuela con sus hijos”.

La norma propuesta exigiría a las aerolíneas que los padres se sienten junto a sus hijos pequeños, definidos como menores de 13 años, de forma gratuita dentro de las 48 horas siguientes a la reserva. Esto significa que deben sentarse al lado o en la misma fila, pero no separados por un pasillo, en todas las clases de servicio. Las aerolíneas tendrían prohibido definir la clase de una manera que limite la disponibilidad de asientos para familias.

En situaciones en las que es imposible proporcionar asientos adyacentes para varios niños pequeños, se requerirán asientos al otro lado del pasillo, directamente delante o directamente detrás del padre o del adulto acompañante.

Si no hay asientos familiares adyacentes disponibles al momento de la reserva, las aerolíneas deberán ofrecer a los pasajeros la opción de recibir un reembolso completo o esperar a que haya asientos familiares disponibles más adelante. Si eligen esperar y no se liberan los asientos adyacentes, las aerolíneas deben ofrecer a las familias la opción de volver a reservar sin cargo en el próximo vuelo con asientos familiares disponibles.

Las aerolíneas también tendrían que revelar “clara y visiblemente” que los asientos familiares son gratuitos. Las aerolíneas que violen esta norma estarían sujetas a sanciones civiles por cada infracción.

Los funcionarios de la Casa Blanca dijeron en una llamada con los periodistas que la regla de asientos familiares gratuitos le ahorraría a una familia de cuatro personas hasta 200 dólares por viaje de ida y vuelta si la tarifa por asiento es de 25 dólares. Buttigieg agregó que también evitaría situaciones en las que se les pide a los pasajeros que cedan su asiento para que una familia se siente junta.

La idea de asientos familiares gratuitos ha sido popular entre los legisladores del Congreso. Los legisladores incluyeron una disposición que ordena a la Administración Federal de Aviación proponer una norma que prohíba tales tarifas en un proyecto de ley de reautorización de la FAA aprobado a principios de este año.

Airlines for America, que se ha opuesto a muchas normas de la administración Biden sobre aerolíneas, ha argumentado que muchas aerolíneas ya ofrecen asientos familiares de forma gratuita.

Según el Panel de Servicio al Cliente de Aerolíneas del DOT, Delta Air Lines, Southwest Airlines, Spirit Airlines y United Airlines se encuentran entre las aerolíneas más grandes que no se han comprometido a ofrecer asientos familiares gratuitos.

La norma propuesta llega apenas unos días después de que el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos se pusiera del lado de las aerolíneas y bloqueara una norma anterior de la administración Biden que exigía a las aerolíneas revelar las tarifas por servicios adicionales. En una decisión presentada el lunes, el tribunal dijo que la norma probablemente exceda la autoridad del DOT y “perjudicará irreparablemente” a las aerolíneas.

“El lobby de la industria aérea está intentando vincular esto con demandas judiciales, pero no vamos a dejar de proteger a los pasajeros”, escribió Buttigieg en X después del fallo. “Las aerolíneas simplemente se equivocan al argumentar que el mero hecho de tener que revelar sus tarifas las perjudicaría irreparablemente. Es sentido común”.


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